miércoles, febrero 06, 2013

¿Qué es un test de usabilidad?

Tomado de: ¿Qué es un test de usabilidad?

Un test de usabilidad no es un focus group

El focus group (o grupo de discusión) es una técnica bastante popular en el mundo del marketing para conocer de primera mano opiniones e ideas de un grupo de personas sobre un producto, servicio o concepto.
El objetivo principal de un test de usabilidad no es conocer la opinión de los usuarios, sino descubrir en qué grado una interfaz cumple con un propósito determinado. Mientras el focus group consiste básicamente en una discusión moderada, el test de usabilidad es una observación de cómo interactúan los usuarios, preferentemente representativos, con la interfaz.
Ambas técnicas son útiles dependiendo del objetivo, pero si queremos conocer si existen problemas al usar un producto, el focus group no es la técnica adecuada.

Un test de usabilidad no es un control de calidad

Un control de calidad es una actividad que se realiza al final de un proceso para asegurar que lo producido cumple con una serie de requisitos. En cadenas de montaje su uso es habitual: al finalizar una etapa cada ítem es comprobado mediante varias pruebas y desechado si no las pasa.

Existe un tipo de test de usabilidad, el test de verificación, que se realiza en etapas finales del proceso de diseño y cuyo objetivo es principalmente tomar métricas para compararlas con datos anteriores. Sin embargo, el test más habitual y popular tiene por objetivo detectar dificultades de usabilidad, por lo que no se debe realizar al final del proceso, sino durante el mismo, facilitando así la corrección de problemas antes que sea demasiado costoso.

Un test de usabilidad no es mejor que una evaluación heurística

Ni peor.
Una evaluación heurística consiste en la inspección de una interfaz para determinar si ésta cumple o no con unos principios de usabilidad reconocidos y aceptados por la comunidad.
En una evaluación heurística no intervienen usuarios, por lo que a veces se considera un método “menor” de diseño centrando en el usuario comparado con el test de usabilidad.
Por nuestra experiencia, una evaluación heurística es una técnica barata, rápida y eficaz para detectar problemas. Puede ser válida por sí sola, pero es especialmente útil si se hace previamente a un test de usabilidad. Una vez conocidos los principales problemas, se pueden resolver (o reconducir el test) para evitar que los usuarios queden encallados en ellos y de esta forma obtener nuevos datos.

Un test de usabilidad no tiene por qué ser costoso

Siempre ha existido mucho debate sobre el “lujo” de hacer tests de usabilidad. Se habla de que son costosos en tiempo, en dinero, en recursos, etc.
Es cierto que el mero hecho de reclutar a participantes para un test siempre será más costoso que no hacerlo, pero los requisitos para hacer un buen test de usabilidad acostumbran a estar sobredimensionados.
Un test con nuestros vecinos, improvisado en unas horas y moderado y analizado por alguien con poca experiencia nunca detectará tantos problemas, ni recabará tanta información sobre los mismos, como un test más profesional; pero lo cierto es que, como diría Steve Krug, hacer un test de este tipo es mejor que no hacer ninguno.
Obviamente esto no descarta que la técnica se deba ejecutar correctamente para evitar sacar conclusiones erróneas, lo que requiere cierta preparación; pero esta mínima formación, accesible mediante cursos o libros, en ningún caso debería considerarse un lujo, sino una inversión de la que consideramos se sacará mucho partido.

Un test de usabilidad no es co-creación

La co-creación es un proceso de diseño que se basa en la estrecha colaboración entre diseñadores y usuarios para definir conjuntamente un producto o sistema.
El test de usabilidad es un método de investigación, no de diseño, por lo que los usuarios no intervienen directamente en el proceso creativo, que sigue quedando a manos del diseñador.
De nuevo, como en el caso del focus group, el proceso de co-creación y la técnica del test de usabilidad son compatibles, pero en ningún caso el objetivo de un test es que el usuario aporte soluciones de diseño.

Un test de usabilidad no sustituye al diseñador

Se puede hablar largo y tendido sobre qué es un diseñador, pero seguramente coincidiríamos al afirmar que uno de sus objetivos básicos es la resolución de problemas mediante la definición y creación de un objeto o sistema.
Un test de usabilidad es útil para detectar problemas, conocer cuándo y dónde suceden y aportar también información sobre el porqué ocurren. Por ejemplo, un test nos puede ayudar a descubrir que un usuario no sabe cómo llegar a una sección de un sitio web, e incluso darnos pistas sobre el motivo, sin embargo el test no aporta en sí mismo una solución, sólo el diseñador será capaz de resolver ese problema para que no vuelva a suceder.

Un test de usabilidad no es un freno a la innovación

En el caso que nos ocupa, la innovación consiste en introducir novedades en interfaces que, simplificando, básicamente pueden ser nuevos métodos de interacción o nuevas formas de presentar datos o estados del sistema.
Insistimos: el test de usabilidad no es una técnica de diseño, por lo que su única responsabilidad es probar si las novedades introducidas cumplen, o no, ciertos criterios de usabilidad y ayudarnos a detectar las razones de ello.
Es cierto que, por definición, un usuario nunca va a estar familiarizado con una novedad que se introduzca en una interfaz, por lo que habrá un proceso de aprendizaje y un test de usabilidad lo detectará; pero esto no significa que la novedad “no pase” el test. Quizás tiene un impacto negativo en el aprendizaje, pero hace más eficiente el uso continuado de una aplicación; o quizás el aprendizaje es lento y el uso menos eficaz, pero se consigue minimizar el número de errores.
En cualquier caso el test no es un juez, no dice “¡adelante!” o “¡alto!”: sólo aporta información sobre la usabilidad de la interfaz. Y la información nunca debería ser un freno. 


7 señales que indican que tu Intranet tiene problemillas de usabilidad

  1. Los empleados tienen en su mesa de trabajo varias páginas de la Intranet impresas. Al preguntar por ellas afirman que “tenían miedo de no volver a encontrarlas”.
  2. Según las estadísticas, lo más buscado en la Intranet es la letra “a”. Al investigar descubres que los usuarios teclean una “a” en el buscador, pulsan “Buscar” y ordenan los resultados por fecha para consultar las últimas novedades.
  3. Al preguntar a un usuario sobre una gestión a través de la Intranet empieza su respuesta diciendo “nos obligan a…”.
  4. En una entrevista un empleado comenta que él no puede entrar a la Intranet ya que usa Mac. Otro responde que sí entra, pero sólo una vez al mes para consultar el tablón de anuncios y ver qué vende la gente.
  5. Los usuarios comentan que “no te puedes fiar” de la Intranet. “Nunca sabes cuando algo se actualizó por última vez”.
  6. Preguntas a un usuario dónde buscaría un cierto contenido y responde: “ni idea, no sé qué departamento lo lleva”.
  7. Al pedir a un empleado que busque un número en el listín de la Intranet, observas atónito cómo abre un cajón y te muestra el listado impreso de los teléfonos de la empresa.

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